Tras su toma de posesión de Afganistán, los talibanes (proscritos en Rusia) han abandonado su prohibición inicial de la educación femenina, una de sus ideas clave. Además, Amir Khan Muttaqi, nombrado ministro de Relaciones Exteriores en el gobierno talibán, envió un mensaje a las Naciones Unidas, pidiendo que se le permitiera hablar a un representante del autoproclamado Emirato de Afganistán en la Asamblea General de la ONU. Sin embargo, dado que el mundo no ha reconocido al gobierno talibán, la respuesta será no, señala Nezavisimaya Gazeta.
La política de los talibanes hacia las mujeres está lejos de ser coherente. Por ejemplo, permitieron que las mujeres asistieran a clases universitarias, pero a fines de agosto les prohibieron salir, diciendo que muchos de los miembros del movimiento no sabían cómo tratar a las mujeres adecuadamente. Posteriormente, a las mujeres se les prohibió temporalmente trabajar y a las niñas se les privó de la oportunidad de ir a la escuela. Ahora, a las mujeres cuyo trabajo pueden realizar los hombres se les ha ordenado que se queden en casa.
Los expertos creen, sin embargo, que el movimiento no establecerá un régimen tan severo como el primer gobierno de los talibanes. Una de las razones es que China está dejando claros sus intereses económicos y la reacción de Rusia también ha sido bastante tranquila, lo que apunta a la disposición de Moscú a cooperar con los talibanes. En resumen, las nuevas autoridades afganas tienen algo que perder, por lo que presentarse al mundo como salvajes significaría perder el apoyo y la inversión esenciales. Sobre todo porque las organizaciones internacionales ya han comenzado a cooperar con los talibanes para brindar asistencia humanitaria al pueblo afgano, señala Vladimir Sotnikov, investigador principal del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia.
«Sin embargo, al final del día, todo dependerá de los talibanes. Si de repente se mueven para reanudar la práctica de ejecuciones horribles, incluida la lapidación, como solía ser en la década de 1990, entonces su reconocimiento estará fuera de discusión. Casi nadie en el mundo ha reconocido hasta ahora al régimen talibán, por lo que es imposible que se dirijan a la Asamblea General de la ONU”, enfatizó el experto.