Los simulacros militares ucraniano-estadounidenses denominados “Tridente Rápido 2021” comenzaron en Ucrania el lunes con el objetivo de preparar a las tropas ucranianas para operaciones defensivas y ofensivas como parte de las fuerzas de la coalición de la OTAN. Los simulacros continúan una serie de maniobras multinacionales que tendrán lugar en Ucrania en el 2021. Otro ejercicio multinacional llamado “Esfuerzos Combinados 2021” comenzará el miércoles con la participación de 11 países de la OTAN. Según Kommersant, los ejercicios en Ucrania conducirán al desarrollo de un punto de apoyo estratégico cerca de las fronteras de Rusia por parte de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN.
En general, se realizarán ocho ejercicios multinacionales en el territorio de Ucrania en el 2021, en los que participarán 21.000 ucranianos y alrededor de 11.000 militares extranjeros.
El subdirector del Centro de Estudios Integrales Europeos e Internacionales de la Escuela Superior de Economía, Vasily Kashin, dijo al periódico que un gran grupo de fuerzas enemigas puede aparecer en las fronteras de Rusia en cuestión de días. Moscú percibe esto como una seria amenaza.
«Rusia no tiene la intención de dejar estas acciones sin respuesta. El creciente número de ejercicios de la OTAN en Ucrania implica cada vez más actividades militares activas en el lado ruso. Por lo tanto, tenemos una continua escalada de tensión militar en Ucrania», dijo.
El director del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías, Ruslan Pukhov, piensa de otra manera.
«Kiev está cayendo en una euforia irrazonable por los ejercicios y las relaciones aliadas con los EE.UU., aunque los últimos ejemplos de la rendición del gobierno afgano por parte de Washington y el escándalo por los submarinos franceses a Australia sirven como una advertencia de que para Ucrania sería descuidado poner todo sus huevos en la canasta de Estados Unidos», dijo a Kommersant.