La administración Biden está lista para flexibilizar sus sanciones contra el liderazgo sirio, según fuentes de medios árabes familiarizadas con el resultado de la reunión en Ginebra entre funcionarios rusos y estadounidenses. Las negociaciones para resolver la situación en torno a la República Árabe demostraron un cambio en el enfoque de Washington. Los estadounidenses están preparados no solo para permitir que Damasco reciba dividendos del proyecto del oleoducto de Egipto al Líbano, sino también para reunir al liderazgo sirio con las fuerzas no gubernamentales pro-kurdas que controlan el noreste, escribe Nezavisimaya Gazeta.
Fuentes del influyente periódico saudí Asharq Al-Awsat dijeron que los participantes en las conversaciones de Ginebra discutieron un proyecto de suministro de gas desde Egipto al Líbano, que involucraría a Jordania y Siria. La administración Biden quiere apoyar esta iniciativa.
El proyecto de gas es lo que más preocupa a Estados Unidos, escribe Nezavisimaya Gazeta. Según el periódico, las señales de una disposición favorable de Washington hacia la participación de Siria en este proyecto se han vuelto más notorias en las últimas semanas. Es posible que la conexión de Siria con el proyecto de gas interárabe tenga como objetivo reducir su dependencia de su principal aliado, Irán.
Mahmoud al-Hamza, un analista político sirio independiente, dijo al periódico que la parte rusa tiene la intención de avanzar por el camino de la reconstrucción de la economía siria para beneficiarse del apoyo del presidente Bashar al-Assad. Al mismo tiempo, el experto ve indicios de un entendimiento mutuo entre Moscú y Washington con respecto a Siria.