El presidente francés ha dicho que el país se está moviendo para modernizar su fuerza policial, aumentando el número de botas en el terreno mientras busca formas de monitorear la conducta de los agentes del orden.
Hablando el martes en la Escuela Nacional de Policía en Roubaix, el presidente Emmanuel Macron dijo que quería introducir una nueva ley de seguridad interna para ayudar a la gendarmería a modernizarse hasta 2030. El discurso se produjo después de meses de consultas con la policía sobre el tema de seguridad y relaciones con el público.
Macron dijo que quería ver la simplificación de aspectos del derecho penal, alegando que tanto la policía como los magistrados estaban perdiendo tiempo debido a procedimientos complejos y la creación de multas fijas para las ocupaciones ilegales de tierras por parte de los viajeros. El Ministerio de Justicia tiene tres meses para simplificar los trámites, afirmó.
Macron también anunció la introducción de un sistema de quejas en línea para 2023. En teoría, la medida eliminaría la necesidad de citas prolongadas en las estaciones de policía.
El presidente también quiere duplicar la presencia de agentes de la ley en lugares públicos y anunció planes para la creación de una fuerza de reserva para la policía, que contará con 30.000 reservistas. Para lograr estos nuevos objetivos, Macron dijo que al Ministerio del Interior se le otorgarían 1.500 millones de euros adicionales en 2022.
Macron también habló sobre la creación de un organismo de control parlamentario que podría proporcionar cierto nivel de supervisión para monitorear la conducta de las fuerzas del orden. Insistió en que la transparencia era de suma importancia.
La consulta de seguridad nacional ha reunido a sindicatos, funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, funcionarios electos, magistrados y miembros de la sociedad civil desde febrero. Se lanzó tras la paliza y el arresto violento del productor musical Michel Zecler el pasado noviembre en París.