El aumento de los precios de la energía en Europa comienza a afectar la economía

Los precios del gas en Europa continúan aumentando drásticamente, habiendo superado la marca de los 800 dólares por 1.000 metros cúbicos. La tendencia a una subida de los precios se ha mantenido desde finales de agosto, señala Vedomosti.

Uno de los culpables de la crisis es la inestable producción de energía renovable. La falta de viento a la que se enfrenta el norte de Europa durante varias semanas redujo la participación de las centrales eólicas en la producción de energía del Reino Unido, lo que llevó a las autoridades a reiniciar la central de carbón West Burton A. Han surgido problemas similares al otro lado del Atlántico. Según informes de los medios, California dijo que podría enfrentar escasez de energía porque una sequía en curso había reducido la generación de energía hidroeléctrica, junto con los incendios forestales que representan un peligro para las líneas eléctricas que suministran electricidad desde otros estados de EE.UU.

«La situación actual apunta a problemas relacionados con el cambio a las fuentes de energía renovables. Su estabilidad es baja en este momento, lo que resulta en pics en la demanda de gas, así como en aumentos en los precios de la electricidad y el combustible», dijo el Director Gerente Corporativo y de Calificaciones de ESG en la agencia de calificación Expert RA, Pavel Mitrofanov. Según él, es poco probable que la Unión Europea abandone sus prioridades ambientales en el futuro cercano, lo que conducirá a «choques de precios regulares durante tiempos de escasez de energía».

El director senior de Recursos Naturales de Fitch Ratings, Dmitry Marinchenko, espera que el aumento de los precios del gas y la electricidad afecte negativamente a las industrias que consumen energía, incluidas las industrias del acero y la petroquímica, donde el gas se utiliza como materia prima. Además, un auge de precios también puede tener un impacto negativo en los indicadores macroeconómicos, incluida la inflación, la demanda de los consumidores y las tasas de crecimiento económico.

Mucho dependerá de qué tan frío sea el próximo invierno y de si el gigante del gas ruso “Gazprom” aumentará las ventas de gas en el mercado al contado. Hasta ahora, parece que “Gazprom” no tiene prisa por aumentar los suministros.

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