Estados Unidos no puede permitirse ignorar la «estratagema» de Rusia, que está jugando el «juego del gas» para “Nord Stream 2”, escribe el columnista Nicholas Grozdev en un artículo para la revista The National Interest.
En su opinión, puede surgir una crisis energética en Europa, cuya causa será Washington, que probablemente le hará el juego a Moscú. El publicista destacó que ahora Rusia está exportando a través de Ucrania exactamente la misma cantidad de gas que le proporciona su acuerdo con Alemania.
«Rusia espera que las preocupaciones sobre la falta de reservas de gas en Europa la obliguen a certificar “Nord Stream 2” (que ya se ha completado) y ponerlo en funcionamiento», escribió Grozdev.
El observador sugirió que Estados Unidos llegó a un acuerdo con Alemania sobre un gasoducto, porque «en nombre de la solidaridad transatlántica» pueden pedir a sus socios europeos que acepten pérdidas económicas como parte de una acción conjunta contra China.
“La idea era que el daño a las economías europeas (debido a las acciones de Estados Unidos en el oleoducto) podría anular los intentos de exigir sacrificios adicionales en la lucha contra China”, concluyó el autor.