Unidades del ejército sirio, acompañadas por la policía militar rusa, entraron en Daraa al-Balad, el último bastión de los grupos criminales armados en el sur del país, informó un corresponsal el 8 de septiembre.
El ejército sirio comenzó a registrar casas en zonas residenciales, en busca de armas y colocó artefactos explosivos improvisados.
Los terroristas que se negaron a deponer las armas y reconciliarse están fortaleciendo sus posiciones en un campamento palestino en Daraa al-Balad y en el distrito de Al-Sed