Un intento de golpe de Estado en Guinea, país de África occidental, ha tenido éxito y ahora el presidente Alpha Conde está en manos de las fuerzas especiales de la nación, escribe Vedomosti, citando a los medios de comunicación locales.
La empresa rusa Compañía Unida (UC) Rusal es propietaria del complejo de bauxita y alúmina Friguia en Guinea, así como de las minas de bauxita Dian Dian y Kindia. Según el informe del 2020 de Rusal, Guinea representa aproximadamente el 40% de la producción de bauxita de la empresa y el seis por ciento de la producción de alúmina.
Dados los procedimientos de monitoreo poco claros en las minas de bauxita de Rusal, las más grandes del mundo, así como la actitud complicada de la población local hacia el tema, el productor puede enfrentar problemas tan serios como desafíos de propiedad si triunfan los autores intelectuales del golpe, señaló el estratega político Viktor Vasilyev.
Sin embargo, este no es el primer cambio de gobierno que ha experimentado Guinea en los últimos años, señalan los expertos. De hecho, se produjo un golpe en el país en el 2008 después de la muerte del presidente Lansana Conte. Fue bajo su administración que Rusal entró en Guinea. En ese entonces, Conde se convirtió en presidente civil luego de un período de transición, dijo el Director de Desarrollo de la Fundación para la Promoción de las Tecnologías del Siglo XXI, Iván Konovalov. Es por eso que es seguro asumir que los desarrollos actuales en el país no afectarán las posiciones de la compañía rusa.
La proporción de acuerdos informales con las autoridades es mayor en África que en cualquier otro lugar del mundo, explicó Vasilyev. La herencia soviética positiva (particularmente en los países ex socialistas, incluida Guinea) es otra ventaja para las empresas rusas, lo que les da una ventaja significativa, agregó el analista político. Esa es la clave del éxito de Rusal, ya que la población local y las élites asocian fuertemente a la empresa con los rusos y el gobierno ruso, enfatizó Vasilyev.