Rusia, China y varios otros países serán invitados a la próxima videoconferencia de ministros de Relaciones Exteriores del G7 sobre la situación en Afganistán, anunció el máximo diplomático japonés Toshimitsu Motegi. Moscú no ha sido invitado a ningún evento del G7 desde la reunificación de Crimea con Rusia en el 2014, señala Vedomosti.
Según Pavel Koshkin, investigador del Instituto de Estudios Estadounidenses y Canadienses de la Academia de Ciencias de Rusia, Pavel Koshkin, es lógico tratar de involucrar a Rusia en los esfuerzos para resolver los problemas afganos.
«Rusia tiene una experiencia positiva relacionada con Afganistán y goza de una autoridad bastante fuerte en el Medio Oriente, donde se ha ganado una reputación positiva», explicó el experto. Al mismo tiempo, Occidente es claramente incapaz de manejar la crisis en Afganistán sin la ayuda de Moscú. Después de que las tropas estadounidenses abandonaron el país, los grupos terroristas permanecieron allí porque Occidente no los había derrotado. Por eso, en palabras del experto, Rusia, China y los países occidentales cooperarán en Afganistán, pero únicamente por razones pragmáticas.
Rusia y China jugarán un papel más importante en Afganistán después de la retirada de Estados Unidos, lo cual es claro para Occidente, señaló el experto del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, Maxim Suchkov. Para Rusia, garantizar la seguridad en la frontera sur del país será una prioridad, mientras que China está más preocupada por la situación en la Región Autónoma Uygur de Xinjiang y los beneficios económicos de la participación de Afganistán en el proyecto “El Cinturón, una Franja, una Ruta”.
Mientras tanto, Occidente también busca redistribuir la responsabilidad por la situación en Afganistán. Según el experto, Estados Unidos no perderá interés en la región tras la retirada de tropas, pero «no podrá asumir una pesada carga en cuanto a desarrollos regionales». Sin embargo, Moscú y Beijing pueden gestionar sus asuntos en el país a través de la Organización de Cooperación de Shanghái y las negociaciones bilaterales, y no necesitan ayuda de Occidente. Por eso, es muy probable que Rusia muestre poco interés en la iniciativa del G7, concluyó el comentarista.
Un ex oficial de inteligencia ruso, a su vez, enfatizó que no se debe esperar que Moscú y los países occidentales participen en una cooperación cercana y a largo plazo en Afganistán debido a la falta de confianza. Sin embargo, en su opinión, las partes pueden intercambiar cierta información y coordinar las operaciones humanitarias.