El 4 de septiembre, los líderes locales de la parte sur de la ciudad siria de Daraa, conocida como Daraa al-Balad, emitieron un comunicado pidiendo al rey de Jordania Abdullah II que interviniera y resolviera su crisis.
En la declaración, el Comité de Negociación en Daraa al-Balad pidió a Abdullah II que presione a las autoridades sirias para que pongan fin al asedio en su área, que comenzó hace más de dos meses. El comité también esperaba que Jordania otorgara refugio a los residentes del área, si la crisis no se resolvía.
Un día antes, el Comité de Negociación se retiró del acuerdo de reconciliación que fue negociado por Rusia el 31 de agosto.
Los pistoleros buscados en Daraa al-Balad se negaron a entregar sus armas o permitir que el Ejército Árabe Sirio estableciera posiciones en su área.
El Comité de Negociación pidió a las autoridades de Rusia y Siria que abran una ruta segura para todos los residentes de Daraa al-Balad hacia Turquía o Jordania.
Las autoridades sirias respondieron enviando autobuses a la entrada de Daraa al-Balad en la mañana del 4 de septiembre. Sin embargo, la Agencia de Noticias Árabe Siria dijo que aquellos que decidan irse serán enviados a áreas controladas por la oposición en el norte de Siria. El Comité de Negociación en Daraa al-Balad rechazó esto, enfatizando que solo se irían a Turquía o Jordania.
Los residentes de Daraa al-Balad esperan quedarse en su área. Las demandas del Comité de Negociación probablemente sean solo un truco destinado a arrastrar a Turquía y Jordania a la crisis para presionar a las autoridades sirias.
El Ejército Árabe Sirio puede reanudar sus operaciones militares contra los hombres armados restantes en Daraa al-Balad en las próximas horas para presionar al Comité de Negociación.