El movimiento radical talibán (proscrito en Rusia) ha completado la formación del nuevo gobierno de Afganistán y se espera que lo presente el viernes. Según agencias de noticias que citan fuentes talibanes, el gobierno no incluirá a ningún miembro de la anterior administración. Independientemente de su composición, el gobierno debe ser reconocido por la comunidad internacional. Es de vital importancia ya que más del 80% del presupuesto del país depende de la ayuda exterior. Dicho esto, el 24 de agosto, el Banco Mundial suspendió la financiación de Afganistán citando preocupaciones sobre la situación de las mujeres en ese país. Como resultado de la suspensión de la ayuda exterior, las consecuencias destructivas y una nueva crisis humanitaria se ciernen sobre Afganistán.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que los talibanes necesitan ganar reconocimiento y apoyo internacional. Estados Unidos juzgará a los talibanes por sus acciones, siempre que garanticen la libertad de movimiento y el respeto de los derechos fundamentales de los afganos, incluidas las mujeres y los grupos étnicos, así como los que trabajaron anteriormente para otros países. Teniendo esto en cuenta, la reacción general de la comunidad internacional es cautelosa.
Rusia tampoco tiene prisa, pero evita las palabras duras sobre los talibanes. Según el enviado presidencial especial ruso para Afganistán, Zamir Kabulov, no hay forma de que los talibanes puedan ser eliminados de la lista de terroristas antes de una decisión del Consejo de Seguridad de la ONU. «En cuanto al reconocimiento, no tenemos prisa. Veremos cómo actúa el régimen», dijo. Al mismo tiempo, Moscú tiene la intención de establecer relaciones normales con los nuevos líderes de Afganistán sobre la base de su experiencia de siete años de contactos con los talibanes.