Informe de inteligencia de EE.UU. sobre coronavirus genera tensiones

El informe de la comunidad de inteligencia de EE.UU. sobre el origen del nuevo coronavirus obstaculiza el desarrollo de enfoques conjuntos para la lucha contra la pandemia y genera tensiones, dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zakharova, en una rueda de prensa el jueves.

«Debo señalar con pesar que esta publicación [del informe de inteligencia de EE.UU.] ha desencadenado otra espiral de insinuaciones sobre un tema importante y puramente científico. Rusia siempre ha advertido contra la politización de la situación que involucra la investigación de las fuentes de la infección por el nuevo coronavirus. Estos pasos generan tensiones en la sociedad y en la escena internacional y obstaculizan el desarrollo de enfoques comunes para resistir la propagación de la infección», dijo Zakharova, cuando se le pidió un comentario sobre el informe en cuestión.

«Creemos que es fundamental centrarse en formas de desarrollar la cooperación internacional en aras de la victoria sobre la pandemia, y no utilizar una tragedia humana universal para ajustar cuentas a nivel interestatal o para manipular la opinión pública», enfatizó. «Esperamos un trabajo conjunto con todos los países interesados ​​en aras de prevenir situaciones extremas en el campo de la salud pública».

El viernes se subió al sitio web de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional una versión no clasificada del informe de la comunidad de inteligencia de EE.UU. que resume las conclusiones de los servicios especiales sobre el origen del coronavirus. El documento dice que el coronavirus no se desarrolló como un arma biológica. Al mismo tiempo, los servicios de inteligencia estadounidenses no han logrado la unanimidad sobre el origen del virus y persiste cierta divergencia de opiniones. Al mismo tiempo, reconocieron que lo más probable es que no puedan emitir un juicio final sobre el origen del virus sin la cooperación de China.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo en mayo pasado que la comunidad de inteligencia estadounidense carecía de información suficiente para decir con certeza cómo exactamente comenzó a propagarse el SARS-CoV-2: como resultado de la transferencia de animales infectados a humanos o de algún incidente en el laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan de China. El líder estadounidense luego dio instrucciones a los servicios especiales para redoblar esfuerzos con el objetivo de analizar todos los datos disponibles y redactar otro informe dentro de los 90 días. La versión secreta del informe fue enviada a Biden el martes.

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