Zelensky cree que Washington no abandonará Ucrania tras el fiasco de Afganistán

El presidente de Ucrania, Vladimir Zelensky, y su delegación volaron a Washington el lunes, como estaba previsto, aunque sus negociaciones con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se pospusieron nuevamente. La oposición ucraniana despidió a Zelensky con declaraciones airadas sobre la escalada en el Donbass. Mientras tanto, Zelensky espera firmar acuerdos de defensa entre Ucrania y Estados Unidos. Ucrania espera que Estados Unidos no abandone el país después del fiasco en Afganistán, sin embargo, los expertos creen que no cambiará mucho después de las conversaciones, escribe Nezavisimaya Gazeta.

Recientemente, el servicio de prensa presidencial de Ucrania anunció los preparativos para la firma de tres acuerdos sobre una asociación de defensa, junto con proyectos de cooperación en el sector espacial que también se están programando para su aprobación. Sin embargo, los detalles no fueron revelados.

El experto en política Valentin Gladkikh no previó ninguna sorpresa en la visita de Zelensky a Estados Unidos. Destacó dos temas que conciernen principalmente a Kiev: la participación de Washington en el proceso de paz del Donbass y la posición de Biden sobre “Nord Stream 2. Según el comentarista, es poco probable que se logren avances significativos en estos temas. No obstante, sería realista esperar ver más detalles sobre los acuerdos alcanzados entre Merkel y Biden en términos de intereses ucranianos.

El politólogo Viktor Nebozhenko cree que en este momento Kiev puede obtener más.

Después de Afganistán, Estados Unidos definitivamente no abandonará Ucrania. Primero, porque Estados Unidos necesita urgentemente restaurar su prestigio internacional. En segundo lugar, por la sencilla razón de que Afganistán está lejos de Moscú y no tiene reclamos territoriales sobre Rusia, y Ucrania está cerca y decidida a devolver su tierra por lo tanto, EE.UU. obtiene automáticamente una plataforma increíblemente conveniente en el centro de Europa para ejercer una poderosa presión sobre una Alemania silenciosamente rebelde y una Rusia segura de sí misma.

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