Las autoridades holandesas tendrán que explicar su apoyo al grupo radical Sultan Murad en Siria, escribió la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zakharova, en su canal de Telegram el martes.
«Los miembros del Parlamento holandés desenterraron una historia interesante. Descubrieron que las autoridades de La Haya, durante al menos varios años, estaba brindando ayuda no solo a los pseudohumanitarios de los Cascos Blancos, sino también a la llamada división Sultán Murad-una formación militarizada de fuerzas sirias antigubernamentales. Fuentes abiertas indican que la ‘división’, según los datos de la ONU, estaba reclutando adolescentes, armándolos y enviándolos a luchar», señaló. «Los parlamentarios no lograron averiguar cómo ayudó exactamente La Haya a los militantes, cuánto les costó a los contribuyentes holandeses y cuáles son los planes para un mayor apoyo. Sin embargo, esto no significa que los Países Bajos no tengan que explicar esto», señaló la portavoz.
Según ella, los legisladores holandeses estaban indignados de que La Haya esté ayudando a los militantes que no están por encima de métodos de guerra tan descaradamente bárbaros como el reclutamiento de niños.
«¿Saben lo que hizo la ministra de Relaciones Exteriores holandesa? Expresó su preocupación por la aparición de informes de niños soldados. Eso es todo. La impresora 3D de derechos humanos en La Haya se averió. El jefe de política exterior de los Países Bajos dejó escapar que se están aclarando las circunstancias”, señaló la portavoz.
Señaló que, por extraño que sea, el esclarecimiento de las circunstancias provocadas por decisiones internas necesita tiempo mientras que todo lo que concierne a Rusia no causa ninguna complicación y «lleva inmediatamente a acusaciones, demandas de sanciones y todo tipo de maldiciones hacia Moscú».
«Siempre me pareció que es más fácil resolver sus propios asuntos. A menos que se trate del hashtag #ThisIsDifferent», señaló la diplomática.