Rusia espera que las armas abandonadas por Estados Unidos en Afganistán no se utilicen en una posible guerra civil


Con su rápida toma del poder en el Afganistán devastado por la guerra, los talibanes * también adquirieron equipo militar estadounidense dejado atrás por la retirada o abandonado por las fuerzas afganas y estadounidenses.

Moscú espera que las armas dejadas en Afganistán después de la retirada de las tropas estadounidenses del país no se utilicen en una posible guerra civil, dijo el 30 de agosto el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.

«Espero que estas [armas] todavía vayan a los almacenes y no se utilicen en una nueva guerra civil, que ha terminado en Afganistán en este momento», dijo el representante presidencial especial de Rusia para Afganistán, Zamir Kabulov, a la emisora ​​Rossiya 24, y agregó que es necesario tener en cuenta el futuro «destino de estas armas».

Kabulov señaló que Moscú está preocupado por la situación de seguridad y derechos humanos en Afganistán, pero cree que «nuestros propios» conceptos culturales de democracia y orden no deben imponerse a las nuevas autoridades afganas.

El diplomático señaló además que la amenaza de un aumento del narcotráfico desde el país aún existe y enfatizó que el esfuerzo en su contra no debe limitarse a la retórica. El funcionario también pidió a Occidente que no congele los activos financieros de las nuevas autoridades afganas, para evitar crear problemas adicionales para la nación devastada por la guerra.

Rusia participará en proyectos destinados a restaurar la economía de Afganistán y está lista para ponerse manos a la obra de inmediato, concluyó Kabulov, y agregó que se deben tomar medidas para evitar que la moneda del país caiga porque «el colapso de cualquier moneda nacional conduce a efectos negativos consecuencias económicas».

Washington proporcionó a las fuerzas de seguridad afganas 28.000 millones de dólares en armamento entre 2002 y 2017, y ahora se teme que prácticamente todo este equipo haya caído en manos de los talibanes. Además de eso, existe la preocupación de que cientos de dispositivos biométricos militares, abandonados en bases estadounidenses, ayudarán al grupo a rastrear y atacar a ex funcionarios de seguridad y simpatizantes del gobierno.

Fuente