El Ministerio de Salud de Nueva Zelanda dijo el 30 de agosto que había registrado la primera muerte que se cree está relacionada con la inyección de la vacuna Pfizer COVID-19.
«La Junta Independiente de Monitoreo de la Seguridad de la Vacuna COVID-19 (CV-ISMB) ha recomendado al Ministerio de Salud que se asegure de que los profesionales de la salud y los consumidores permanezcan atentos y estén al tanto de los signos de miocarditis y pericarditis. Este consejo sigue la revisión de CV-ISMB de la muerte de una mujer luego de su vacunación Comirnaty Pfizer COVID-19 «, dijo el ministerio en un comunicado.
Se presume que la mujer murió de miocarditis, que es un efecto secundario poco común de la vacuna Pfizer. El CV-ISMB, sin embargo, señaló que «se produjeron otros problemas médicos al mismo tiempo que pueden haber influido en el resultado después de la vacunación».
El caso ha sido remitido al forense, por lo que «aún no se ha determinado la causa de la muerte», se lee en el comunicado.
«El riesgo de miocarditis después de la vacuna es mucho menor que el riesgo de miocarditis después de infectarse con Covid-19», dijo la Directora General de Salud Ashley Bloomfield citada por RNZ, asegurando a los ciudadanos que el perfil de seguridad de la vacuna Pfizer es «muy muy bien.»
Nueva Zelanda ha vacunado al 21,4% de su población. La nación isleña ha estado usando las inyecciones de Pfizer, Johnson & Johnson y AstraZeneca.