Los centros de vacunación de Suiza ocupan un lugar destacado en la lista de posibles objetivos terroristas, ha afirmado el servicio secreto del país, y agregó que no tenía conocimiento de ninguna trama de hormigón que pudiera interrumpir los esfuerzos de inoculación.
El diario suizo NZZ am Sonntag se acercó al Servicio Federal de Inteligencia (FIS) para preguntar cómo la toma de Afganistán por los talibanes podría afectar la seguridad en el país montañoso de Europa central, pero la respuesta que recibieron apuntó a una amenaza diferente.
El regreso de los talibanes al poder no cambia fundamentalmente la situación de seguridad en Suiza, dijo el FIS. En cambio, el principal peligro proviene de los yihadistas que pueden intentar atacar la infraestructura y los lugares donde hay grandes multitudes, específicamente, los centros de vacunación.
«Los objetivos del ataque también podrían ser los centros de vacunación de Covid-19, así como los transportes de vacunas y los fabricantes de vacunas», dijo al periódico un portavoz de la agencia.
Según la FIS, los centros de vacunación serían objetivos ideales para los terroristas porque un ataque «afectaría a grandes multitudes y provocaría una intensa cobertura mediática». Sin embargo, la FIS aclaró que no tenía información que sugiriera que se estaba planeando un ataque de ese tipo.
Pero cualquier ataque contra la campaña de vacunación de Suiza tendría indudablemente implicaciones de gran alcance para la seguridad nacional. En diciembre pasado, el ejército suizo se encargó de manejar la logística del programa de vacunación de la nación.
Las precauciones de seguridad ya existen en algunas partes del país. El portavoz del departamento de salud de Berna dijo al medio que, por razones de seguridad, los centros de vacunación de la ciudad solo almacenan la cantidad de vacuna necesaria durante el transcurso del día. Según los informes, las reservas de vacunas del país se mantienen en una instalación militar «bien protegida», y las clínicas de vacunación suelen estar vigiladas por personal de seguridad.
El ejército también evalúa periódicamente la situación de seguridad para garantizar que el programa de vacunación no se vea obstaculizado de ninguna manera.
Pero NZZ am Sonntag sugirió que se podría hacer más para reforzar la seguridad. El periódico señaló que los “autobuses de vacunación” móviles recorrían el país sin guardias de seguridad.
Hasta ahora, alrededor del 57% de los adultos suizos han recibido al menos una dosis de la vacuna.