Las autoridades estadounidenses no podrán eludir su responsabilidad por el asesinato del vicejefe de la milicia chií iraquí Al-Hashd al-Shaabi, Abu Mahdi al-Muhandis, y el comandante de las fuerzas de Al-Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (unidades de élite de las Fuerzas Armadas de Irán), General Qasem Suleimani. Así lo afirmó el sábado el canciller iraní, Amir Abdollahian, durante una visita al lugar de la muerte de al-Muhandis y Suleimani en Bagdad.
«Estados Unidos debe responder por esto. A pesar de que el evento ocurrió durante la última administración estadounidense, el gobierno estadounidense no puede evitar las consecuencias y debe responder», dijo. Las palabras del ministro son citadas por el servicio de prensa de la Cancillería.
Según él, «una de las principales tareas del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní es el procesamiento legal real de quienes, en nombre del gobierno de Estados Unidos, cometieron terror contra estos héroes».
«Los clientes y organizadores del ataque terrorista deben rendir cuentas de sus acciones y ser llevados ante la justicia», dijo el ministro.
La visita a Irak fue el primer viaje al extranjero del nuevo ministro de Relaciones Exteriores iraní. Abdollahiyan llegó a la capital iraquí para asistir a la Conferencia de Bagdad sobre Cooperación y Asociación con la participación de varios líderes árabes y políticos de otras regiones.
El 3 de enero del 2020, Suleimani y al-Muhandis murieron en un ataque con misiles de la Fuerza Aérea de los EE.UU. cerca del aeropuerto de Bagdad. En respuesta, Teherán, en la noche del 8 de enero del 2020, lanzó un ataque con misiles contra dos objetivos en Irak utilizados por el ejército estadounidense: la base de Ain al-Assad y el aeropuerto de Erbil.