Hungría permanece en un estrecho círculo de países europeos amigos de Moscú. Esto fue confirmado por las recientes conversaciones entre el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, y su homólogo húngaro, Peter Szijjarto. En una conferencia de prensa, los principales diplomáticos se centraron en la cooperación económica. Sin embargo, los países tienen más en común en la política internacional: la tensión en las relaciones entre Moscú y Budapest con Bruselas, la situación en Afganistán y la participación de Hungría en la “Plataforma de Crimea”. Esto último, como resultó, no afectará las relaciones entre los dos países, escribe Kommersant.
Budapest fue la primera parada de Lavrov en su gira europea. Hungría sigue siendo uno de los pocos estados europeos cuyas relaciones con Rusia pueden considerarse amistosas sin exagerar, escribe el periódico. Durante una conferencia de prensa conjunta, Szijjarto confió en que muchos países de Europa occidental quieren mantener el mismo nivel de cooperación con Moscú, pero Budapest, a diferencia de ellos, lo hace abiertamente.
Hasta ahora, Hungría es el primer y único país de la UE que aprobó la vacuna “Spútnik V” de Rusia y compró un lote significativo. Szijjarto anunció el martes que la cooperación irá más allá: para fines del 2022, Hungría tiene la intención de lanzar su propia producción de la vacuna “Spútnik V”. Budapest también quiere firmar un contrato de 15 años con “Gazprom” para el suministro de gas natural. Los dos países también están unidos por el hecho de que ambos tienen relaciones incómodas con Bruselas, escribe Kommersant.
Incluso la participación de Hungría en la llamada “Plataforma de Crimea” no arruinó la reunión. Lavrov, que calificó la iniciativa de Kiev como una «acción rusofóbica» vacía, encontró una excusa para Budapest, Hungría simplemente no puede resistir la presión de sus aliados en la UE y la OTAN, según el periódico.
El canciller ruso continuará el tema de la estabilidad regional con su homólogo italiano Luigi Di Maio. Roma, junto con Viena, será otra parada en la gira de Lavrov. Sin embargo, el diálogo con Occidente, según el máximo diplomático, sólo tendrá éxito si las conversaciones tienen como objetivo «comprender la realidad sobre el terreno» y no «promover las propias acciones».