Se observa un deterioro de la situación de seguridad y una nueva escalada del conflicto en las provincias de Deraa e Idlib, así como en el noreste de Siria. Así lo afirmó el martes el enviado especial del secretario general de la ONU para Siria, Geir Pedersen, en una reunión del Consejo de Seguridad de la Organización Mundial.
«Durante los últimos 17 meses, les he informado que, en comparación con las fases anteriores del conflicto, se ha establecido una calma relativa en Siria y las líneas del frente se han estancado. Desafortunadamente, recientemente hemos sido testigos de una escalada en muchas partes de Siria», dijo.
Pedersen señaló que estamos hablando de la provincia de Deraa, regiones en las regiones de Idlib y Alepo, Raqqa y Hasaka en el noreste de Siria. También señaló los ataques aéreos israelíes en el territorio del país. «Se sigue violando la soberanía, la unidad, la integridad territorial de Siria», añadió.
El enviado especial prestó especial atención a la situación en la región de Idlib. Según él, tal intensidad de enfrentamientos y ataques aéreos en la zona, como ahora, no se observa allí desde marzo del 2020.
«Este hecho nos recuerda que el conflicto en Siria está lejos de terminar y que necesitamos un proceso político creíble para resolverlo, así como una mayor cooperación internacional», dijo el emisario de la ONU.