Las conversaciones de emergencia de la dirección del G7 se llevarán a cabo en formato virtual el 24 de agosto iniciadas por el Reino Unido, que preside el club. La cumbre se centrará en Afganistán, donde los acontecimientos no van de acuerdo con lo previsto por Londres y Washington. Hasta ahora, el movimiento talibán (ilegalizado en Rusia) no ha formado un gobierno de coalición. Además, Afganistán se está convirtiendo en una fuente de problemas globales con una catástrofe política y humanitaria que se avecina.
Entre los miembros del G7, es el Reino Unido el que puede considerarse el más ofendido por las acciones de la administración Biden en Afganistán. La torpe retirada de las tropas de la OTAN fue improvisada por el Pentágono sin el liderazgo del contingente del Reino Unido. Por ejemplo, los británicos se enteraron literalmente en el último momento de que la OTAN abandonaba la base aérea de Bagram con sus enormes almacenes militares. El periódico Daily Telegraph afirmó que el 16 de agosto, cuando la OTAN solo controlaba el aeropuerto de Kabul, Biden no estaba atendiendo las llamadas de Johnson.
El líder británico solo pudo comunicarse con el presidente de Estados Unidos al día siguiente. Es posible que Washington se sintiera ofendido por las insistentes propuestas de los políticos del Reino Unido de interactuar más estrechamente con Rusia y China para resolver los problemas relacionados con Afganistán. Los medios británicos señalan que solo tres embajadas siguen funcionando en Kabul bajo los talibanes más allá del aeropuerto: y esas tres pertenecen a Rusia, China y Pakistán.
Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el lunes que Moscú no tiene la intención de interferir en los acontecimientos de este país. Mientras tanto, los militantes talibanes habían rodeado el desfiladero de Panjshir el 23 de agosto, donde se encuentran sus adversarios afganos más fuertes, Ahmad Massoud y Amrullah Saleh. Ambas partes están permitiendo la posibilidad de un compromiso con la posterior creación de un gobierno de coalición o de una acción militar.
El investigador principal del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia, Vladimir Sotnikov, señaló que ambas opciones son igualmente posibles.
«Todo depende de si Massoud y Saleh reúnen suficientes fuerzas y armas para luchar y de la preparación de los talibanes para una larga campaña militar a 100 kilómetros de Kabul», explicó. El experto señaló que sería deseable que los talibanes resolvieran el problema de Panjshir antes de que comience la temporada fría. También señaló que el movimiento no tiene la intención de oponerse a China y Rusia, lo que significa que puede tener en cuenta su opinión.