Las tensiones y los riesgos en la frontera entre Letonia y Bielorrusia, donde hay una afluencia de inmigrantes ilegales, “siguen siendo altos”. Así lo anunció el lunes el jefe del Servicio Estatal de Guardia de Fronteras de la república, Guntis Pujats.
«Las tensiones y el riesgo de cruzar la frontera ilegalmente siguen siendo altos. En los últimos dos días, no ha habido intentos de cruzar la frontera ilegalmente, pero el lado bielorruso mantiene físicamente a estas personas cerca de la frontera, por lo que el número de violaciones puede aumentar”, dijo en la televisión letona. «Este es un ataque híbrido contra Letonia con el fin de socavar la seguridad de Letonia. Es difícil decir cuánto tiempo llevará estabilizar la situación: si abrimos la frontera, miles de personas intentarán llegar a Letonia para viajar a otros países de la UE», dijo.
Según él, a la mayoría de los infractores les gustaría volver a casa en Irak, pero la parte bielorrusa no les permite regresar y los mantiene cerca de la frontera.
«No dejamos a nadie sin ayuda. Si es necesario, proporcionamos a las personas alimentos, agua y asistencia médica. En total, llevamos a 25 personas por razones de salud o por otras razones humanitarias», dijo el jefe de la guardia fronteriza.
Pujats enfatizó que hay grupos separados de hombres entre los infractores, pero la mayoría de ellos son familias con niños.
«Siria, Yemen, Cuba, Sri Lanka son países diferentes, pero los ciudadanos iraquíes dominan en la frontera con Letonia. Aún no hemos registrado a residentes de Afganistán. Todos vienen de Bielorrusia, algunos han llegado a través de Moscú», dijo, y señaló que también existen riesgos en la frontera entre Letonia y Rusia.
Letonia, después de Lituania, se enfrentó al problema de la migración ilegal desde el territorio de Bielorrusia. Desde el 10 de agosto, se han reprimido los intentos de 476 inmigrantes ilegales de cruzar ilegalmente la frontera, y un total de 377 personas han sido detenidas desde principios de año. Riga introdujo un mayor control para proteger la frontera y movilizó los recursos de la guardia fronteriza y el ejército. El gobierno letón introdujo un régimen de emergencia fronteriza entre el 11 de agosto y el 10 de noviembre para facultar a los guardias fronterizos para expulsar a los migrantes de regreso a Bielorrusia.
El gobierno letón también ha decidido acelerar la construcción de infraestructura en la frontera con Bielorrusia, iniciada hace varios años, y aprobó una financiación de 1,7 millones de euros para la instalación de una valla de alambre de púas. En total, se necesitan unos 30 millones de euros para completar la construcción de la infraestructura fronteriza.