La policía de Hong Kong presentó el jueves cargos formales de propaganda de terrorismo contra cuatro estudiantes detenidos el día anterior. Así se afirma en el comunicado del servicio de prensa de los organismos encargados de hacer cumplir la ley.
«Hoy [19 de agosto], la policía ha presentado cargos contra cuatro hombres de entre 18 y 20 años, cada uno contando un cargo de propaganda terrorista», dice el comunicado. Se prevé que en la segunda mitad de la jornada los detenidos sean llevados a juicio para el anuncio de la medida cautelar. Dada la gravedad de los cargos, es posible que no sean puestos en libertad bajo fianza.
Estamos hablando de los estudiantes de la Universidad de Hong Kong, dos de los cuales lideraron la Unión de estudiantes, que adoptó una controvertida «resolución» el mes pasado. De una forma u otra, expresó su apoyo a las acciones de un radical que, el 1 de julio, día del 24° aniversario de la transición del enclave a la jurisdicción de la República Popular de China, agredió a un policía con un cuchillo y luego se suicidó.
Por la adopción del comunicado, que expresaba «profunda simpatía» por el agresor, votaron 30 miembros de la Unión estudiantil, dos de los cuales se abstuvieron. Posteriormente, en medio de duras críticas por parte de las autoridades, retiraron esta iniciativa, pero la administración universitaria rompió todos los vínculos con el gremio estudiantil, prohibió a sus participantes comparecer en el campus, y la policía inició una investigación y realizó una serie de registros.
Los detenidos podrían enfrentar de cinco a diez años de prisión por propaganda de terrorismo en virtud del artículo 27 de la nueva ley de seguridad nacional, aprobada el verano pasado por iniciativa de Beijing. Este acto legal tiene como objetivo combatir las amenazas del terrorismo, el separatismo, el socavamiento del poder estatal y la connivencia con fuerzas extranjeras y prevé la cadena perpetua como pena máxima. Tras la aprobación de esta ley, activistas radicales de la oposición, entre los que había muchos estudiantes, recortaron las actividades antigubernamentales en la autonomía, donde en el 2019 se desató una ola de protestas masivas y disturbios, y algunos huyeron al exterior.