La desintegración de la URSS fue una tragedia que resultó de la traición de las élites, el populismo y la debilidad del líder del país, Mikhail Gorbachov, dijo el miércoles el presidente de la Duma estatal rusa, Vyacheslav Volodin.
La existencia de muchos partidos y competencia en el ámbito político ruso no permitirá que este escenario se repita, dijo.
«Es hora de reconocer que la demagogia y el populismo son destructivos. En 1991 y 1917 vimos la traición de los intereses del pueblo y del estado por parte de las élites», escribió Volodin en su canal de Telegram.
Según el parlamentario, en 1991, los líderes soviéticos «se sentaron de vacaciones», mientras que «la burocracia del Partido Comunista de la Unión Soviética destrozó sus ideales, si se puede llamar así a la ideología del partido, traicionó al país y a sus ciudadanos».
«La debilidad de Gorbachov como político, su incapacidad para ser el verdadero líder del país desempeño su rol en el colapso de la URSS. No logró unir las fuerzas políticas en un momento difícil para el país y asegurar el estado», agregó Volodin.