El expresidente reiteró que fue supuestamente «engañado» por el Ejército frente a casos de asesinatos de militares contra civiles.
El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, eludió ante la Comisión de la Verdad la responsabilidad de su política de seguridad durante su Gobierno (2002-2010) respecto a ejecuciones extrajudiciales perpetradas por miembros del Ejército
En comparecencia con el presidente de la Comisión, Francisco de Roux, así como de los comisionados Leyner Palacios y Lucía González, el expresidente colombiano aseveró que se sintió «engañado» por soldados sobre el tema de las ejecuciones extrajudiciales, conocidas como falsos positivos.
«Yo visité a Cajamarca (sitio donde se conocieron ejecuciones del Ejército) y me da mucha tristeza decir esto, me engañaron los soldados, porque el día que yo llegue ahí me dijeron que unas personas muertas habían fallecido en un combate con las FARC-EP» (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia — Ejército del Pueblo), justificó Uribe Vélez.
Ante el planteamiento del padre De Roux sobre propiciar espacios para la reconciliación del país, Uribe se enfocó en eludir su responsabilidad en el conflicto y cuestionó la labor de la Comisión de la Verdad. «Yo los escucho más en la tarea de enjuiciar y no de escuchar (…) todo lo que se pactó en La Habana es ilegal», apuntó.
Uribe Vélez, quien también es investigado por la Corte Suprema por presunta manipulación de testigos, insistió que durante su administración se «combatió» al terrorismo, pese al incremento de falsos positivos perpetrados en su período mandato.
Aunque el exjefe de Estado aludió al hecho suscitado entre 2006-2009 en el municipio de Soacha (departamento de Cundinamarca), cuando militares asesinaron a jóvenes humildes, no pidió perdón y reiteró en ser engañado por la fuerza pública.
«Yo escuché a otro grupo de Madres de Soacha siendo presidente y me dolió mucho, porque las comprendí, compartí su dolor», dijo Uribe Vélez.
Bajo la administración de Uribe se implementó la denominada «seguridad democrática», que entre sus puntos estaba dar incentivos (como vacaciones o dinero) a militares que reportaran un mayor número de bajas en combate.
Reacciones ante declaraciones de Uribe
Tras las declaraciones de Uribe, diversas personalidades de la política coincidieron que en vez de contribuir a la verdad y reconciliación del país, el exmandatario quiere una amnistía basada en la total impunidad.
«Sí Uribe quiere amnistía general las condiciones son claras: crímenes contra la humanidad no son amnistiables y la verdad es una condición insoslayable», aclaró el senador Iván Cepeda.
Por su parte, el senador y excandidato presidencial, Gustavo Petro, instó a Uribe Vélez a contribuir con la reparación a las víctimas para llegar a una amnistía nacional.
«El perdón social e histórico es un momento casi irrepetible pero fundamental en la paz las sociedades. Pero antes de una amnistía debe haber devolución de todos los bienes a los despojados y verdad completa», acotó.