La OTAN era consciente de los riesgos de que los talibanes (proscritos en Rusia) recuperaran el control de Afganistán, pero no podía anticipar qué tan rápido podría suceder, dijo el martes el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, culpando del colapso político a los líderes políticos afganos que no pudo hacer frente a los talibanes.
«Poner fin a nuestra misión militar no fue fácil. Nos enfrentamos a un grave dilema. O nos vamos y nos arriesgamos a que los talibanes recuperen el control. O nos quedemos y corramos el riesgo de nuevos ataques y una misión de combate abierta», dijo en una conferencia de prensa después de una reunión extraordinaria del Consejo del Atlántico Norte sobre la situación en Afganistán.
«Pero lo que hemos visto en las últimas semanas fue un colapso militar y político a una velocidad que no se había anticipado», dijo. «Partes de las fuerzas de seguridad afganas lucharon con valentía. Pero no pudieron asegurar el país. Porque, en última instancia, los líderes políticos afganos no lograron enfrentarse a los talibanes y lograr la solución pacífica que los afganos deseaban desesperadamente».
Después de que Estados Unidos anunciara el fin de su operación armada en Afganistán y comenzara a retirar sus tropas, los talibanes (un movimiento radical proscrito en Rusia) lanzaron una ofensiva a gran escala contra el ejército del gobierno y el 15 de agosto ingresaron a Kabul sin encontrar resistencia. El presidente afgano, Ashraf Ghani, dijo que renunciaría para evitar el derramamiento de sangre y huyó del país. Las naciones occidentales están evacuando a sus ciudadanos y empleados de sus embajadas.