El 15 de agosto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que estaba en contacto con Estados Unidos sobre la situación en Afganistán y estaba monitoreando los desarrollos para decidir sobre los pasos adicionales.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo el 16 de agosto que la toma de Afganistán por los talibanes * no debería considerarse una transición, sino que se debe al fracaso de Estados Unidos en el país.
«Creo que los autores de tales historias están tratando de alguna manera de justificar el fracaso de los estadounidenses en Afganistán y afirmar que todo esto fue una acción planificada», dijo Kabulov, al comentar las sugerencias de que la transferencia de poder en Afganistán fue el resultado de ciertos acuerdos.
Durante una conferencia de prensa, el representante presidencial especial para Afganistán, Zamir Kabulov, señaló que la toma de Kabul fue inesperada y agregó que Rusia y otros países sobrevaloraron a las Fuerzas Armadas afganas.
«Fue una sorpresa hasta cierto punto, ya que nos guiamos por el entendimiento de que el ejército afgano, sea lo que sea, seguirá resistiendo durante algún tiempo», dijo Kabulov al aire de la estación de radio Eco de Moscú.
Mientras tanto, Moscú ha confirmado que el embajador ruso en Afganistán discutirá la seguridad de la misión diplomática con un coordinador talibán. De todos modos, algunos miembros del personal de la embajada serán evacuados, dijo el ministerio. Las fuerzas talibanes ya han asegurado el perímetro exterior de la embajada rusa en Kabul, agregó el diplomático.
Kabulov enfatizó que Moscú no tomará decisiones apresuradas sobre el reconocimiento del nuevo gobierno afgano.
La eliminación de los talibanes de la lista de organizaciones terroristas está fuera de discusión en esta etapa, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores, diciendo que depende del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) iniciar el procedimiento correspondiente.
Los medios de comunicación informaron anteriormente que las fuerzas talibanes controlan más del 90% de los edificios del gobierno afgano y casi todos los principales puntos de control en Kabul.
El 15 de agosto, el movimiento islamista entró en Kabul, lo que llevó al presidente Ashraf Ghani a anunciar su dimisión y abandonar el país. Ghani dijo que su decisión fue dictada por el deseo de prevenir la violencia ya que los militantes estaban listos para llevar a cabo un ataque en la capital.
El portavoz de los talibanes, Mohammad Naeem, dijo más tarde que el movimiento había puesto fin a casi 20 años de guerra en el país.