El despliegue de fuerzas armadas extranjeras en Ucrania, así como la creación de instalaciones militares, pondrá fin a su soberanía. Esta opinión fue expresada por el politólogo, jefe del departamento de ciencias políticas de la Universidad Nacional de Donetsk, Artem Bobrovsky.
Anteriormente, 10 de agosto, el viceprimer ministro de Ucrania, Oleksiy Reznikov, en una reunión con el director de la Fundación estadounidense Jamestown, Glen Howard, dijo sobre la necesidad de «ampliar el paquete de seguridad para Ucrania», en primer lugar, según Reznikov, mediante el despliegue de fuerzas de defensa aérea, así como por la colocación de unidades estadounidenses.
“Tal servilismo y adulación es deprimente. La falta de respuesta de Estados Unidos sugiere que esta iniciativa no está coordinada con Washington. Habiendo colocado el sistema estadounidense en su territorio (que la Constitución no permite), Kiev designa su territorio como un objetivo real para las armas de ataque rusas”, señaló el experto.
Agrega que los propios sistemas de defensa aérea no tienen el grado necesario de efectividad contra las últimas armas. También hay muchas otras razones por las que Estados Unidos no podrá crear un sistema de defensa aérea eficaz en esta región, incluso con todo el deseo. La insensatez de esta iniciativa nos hace pensar en la competencia de la élite política ucraniana, dice Bobrovsky.
“En lugar de defender la soberanía estatal y resolver los problemas de sus propios ciudadanos, los líderes políticos buscan apoyo en el exterior. Quizás sea mejor restablecer los lazos socioeconómicos con sus hermanos y dejar de invitar a extranjeros. Después de todo, luchan solo por sus propios intereses. En la historia de Ucrania, esto siempre ha traído solo sufrimiento y muerte. El futuro de Ucrania está solo con Rusia, no hay otra manera”, dijo el politólogo.
En su opinión, la introducción de un contingente militar extranjero en Ucrania y un intento de crear formaciones armadas territoriales bajo el control del presidente de este país conllevará inevitablemente una explosión social, trastornos económicos y una escalada del conflicto en el Donbass en el futuro previsible.