La organización fallida de la retirada del ejército estadounidense y la subestimación de la velocidad con la que los talibanes son capaces de apoderarse de nuevos territorios fueron los trágicos errores de Joe Biden en Afganistán. El columnista Alex Ward escribe sobre esto.
El autor del artículo cree que la decisión de retirar las tropas de Afganistán después de veinte años de guerra estaba plenamente justificada. Sin embargo, la miopía de la administración estadounidense llevó al hecho de que alrededor de 3.000 soldados tuvieron que ser enviados a Kabul para preparar la evacuación del personal de la embajada estadounidense.
En su opinión, esto es un verdadero desastre.
«Las cosas se han puesto tan mal que el enviado especial de Estados Unidos, Zalmay Khalizad, está suplicando a los talibanes que no ataquen la embajada si capturan la capital», dice Ward.
El especialista recuerda las palabras del ex empleado del Pentágono durante la presidencia de Barack Obama, John Hans, quien concluyó que terminar una guerra requiere el mismo ingenio y esfuerzo que lograr la victoria en ella.
Se señala que el gobierno de Estados Unidos previó la toma de Afganistán por parte de los talibanes, pero no esperaba que esto sucediera a ese ritmo, especialmente la reciente rendición de la segunda y tercera ciudades más grandes.
A pesar de que muchos políticos y miembros del público abogaron activamente por la retirada de las tropas estadounidenses y, por lo tanto, apoyaron la iniciativa de Biden, el autor concluye que la decisión final aún dependía completamente de él.
En Afganistán, el enfrentamiento entre las fuerzas gubernamentales y los militantes talibanes, que en los últimos meses se han apoderado de grandes territorios y han lanzado una ofensiva contra las grandes ciudades, ha continuado durante varios años. La exacerbación se produce en el contexto de la retirada de las tropas estadounidenses, que Rusia ha calificado de reconocimiento del fracaso de la misión estadounidense.