Tras una reunión con el viceprimer ministro Alexander Novak, el gobierno ruso decidió no introducir una prohibición a las exportaciones de gasolina por el momento, dijeron fuentes a Vedomosti. El director de la Unión de Combustibles de Rusia, Evgeny Arkusha, confirmó que se había tomado la decisión. Otra fuente dijo a Vedomosti que a las compañías petroleras se les dio tiempo hasta septiembre para estabilizar la situación con los precios mayoristas de la gasolina.
Las refinerías de petróleo rusas ya han reducido significativamente las exportaciones a favor de los suministros al mercado interno, escribe Vedomosti. El gobierno está tratando de estabilizar los precios dentro del país en el contexto de la creciente demanda de gasolina durante los períodos de vacaciones, así como el cierre planificado de las refinerías por reparaciones.
Según el grupo de investigación Petromarket, la prohibición de las exportaciones de gasolina puede aumentar el volumen de suministro al mercado interno en 120.000-350.000 toneladas por mes (4-11%), lo que resultaría en una caída de los precios mayoristas. Pero tal caída, según el director general de Petromarket, Ivan Khomutov, afectaría negativamente a la rentabilidad de las refinerías rusas con pérdidas marginales de alrededor del 30%.
El vicepresidente de la Unión Independiente de Combustibles, Dmitry Gusev, calificó la medida para prohibir las exportaciones como «un elemento de regulación manual» del mercado. «Ayudaría a eliminar temporalmente el problema del aumento de los precios mayoristas de la gasolina, pero no lo resolverá en el largo plazo», dijo, y agregó que es necesario un ajuste global del sistema tributario.