La situación en Myanmar, en ausencia de un diálogo nacional, sigue avanzando hacia la guerra civil, y la oposición en los enfrentamientos contra el ejército utiliza cada vez más armas profesionales en lugar de improvisadas. Así lo afirmó el martes en una sesión informativa de la Enviada Especial del Secretario General de la ONU para Myanmar, Christine Schraner Burgener.
«Si el diálogo [entre los militares, la oposición y los grupos étnicos] no se inicia, si estos esfuerzos no tienen éxito, entonces la situación se moverá cada vez más hacia la guerra civil», dijo. “Crecerá aún más. Las fuerzas de defensa utilizan cada vez más armas no caseras, sino profesionales”.
Burgener señaló que en este contexto, los militares están haciendo esfuerzos para consolidar su poder. Así evaluó los planes de los militares para posponer las elecciones. La diplomática también expresó su preocupación de que el partido Liga Nacional para la Democracia de la asesora estatal de Myanmar arrestado anteriormente, Aung San Suu Kyi, pronto se disuelva.
El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Myanmar, el general superior Min Aung Hlain, pronunció un discurso televisado el 1 de agosto en el que anunció que el país tiene previsto llevar a cabo nuevas elecciones generales en la segunda mitad del 2023. Antes de que se realicen, se formará un gobierno interino en Myanmar, que estará encabezado por el propio general superior Min Aung Hlain.
El 1 de febrero, el mando militar de Myanmar anunció la introducción de un estado de emergencia por un año y la destitución del liderazgo civil del país. Los oficiales del ejército atribuyeron esto a un supuesto fraude a gran escala, que afirman que tuvo lugar en las elecciones parlamentarias generales de noviembre del 2020. Desde principios de febrero, las protestas contra la dictadura militar han continuado en el país.