Los observadores de la OSCE no viajarán a la elección de la Duma Estatal de Rusia ya que la parte receptora se negó a aprobar el número de observadores propuesto por la organización, pidiendo reducirlo mediante una orden. Moscú dijo que sus acciones fueron causadas por la compleja situación epidemiológica, sin embargo, los europeos no estaban satisfechos con esta respuesta. La Comisión Electoral Central se mostró sorprendida por la solicitud de 500 observadores, ya que el número había sido inferior a 50 para todos los demás países. Los legisladores rusos creen en que esto no afectará la legitimidad de las elecciones, mientras que los expertos creen que la OSCE puede haber sido influenciada por el empeoramiento general de las relaciones de Rusia con las organizaciones internacionales.
«La OSCE no podrá enviar observadores para las próximas elecciones a la Duma debido a las limitaciones impuestas por las autoridades de la Federación de Rusia a la observación electoral», según el comunicado de los líderes de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE (ODHIR) y su Asamblea Parlamentaria (AP de la OSCE) que se hizo público el 4 de agosto. «La capacidad de determinar de forma independiente el número de observadores necesarios para que podamos observar de manera eficaz y creíble es esencial para toda observación internacional. La insistencia de las autoridades rusas en limitar el número de los observadores que pudimos enviar sin ninguna restricción clara relacionada con la pandemia desafortunadamente ha hecho que el paso de hoy sea inevitable», dijo el director de la OIDDH, Matteo Mecacci.
Según el politólogo Alexei Makarkin, la ODHIR parte de la premisa de que establecen estándares mientras los estados miembros de la OSCE los aceptan, por lo que limitar la misión a 50 observadores para un país tan grande como Rusia influirá negativamente en la eficacia de su trabajo. Según el experto, la opinión de la OSCE también podría haber estado influenciada por el cambio de la retórica rusa con respecto a las organizaciones internacionales y el apoyo de Alexander Lukashenko durante los mítines posteriores a las elecciones presidenciales en Bielorrusia, mientras que un incidente a principios de julio puede haber sido la gota que colmó el vaso cuando la delegación rusa abandonó una reunión de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE después de que se incluyó en la agenda una resolución que consideraron anti-rusa. Al mismo tiempo, Rusia no rechazará la legitimación de las elecciones a través de la observación internacional y se concentrará en expertos de los estados de la CEI o países occidentales que hayan sido invitados personalmente y no a través de organizaciones profesionales, piensa el experto.