El ministro de Defensa de Israel ha dicho que las fuerzas armadas del país están listas para atacar a Irán si fuera necesario, ya que las tensiones aumentan aún más después de que un ataque relacionado con Irán contra un petrolero israelí mató a dos personas.
El jueves, Ynet news le preguntó al ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, si Israel estaba listo para atacar a Irán. Gantz respondió simplemente con una palabra: «Sí».
El ministro continuó diciendo que Tel Aviv considera importante movilizar a la comunidad internacional para contrarrestar la influencia de Irán y su creciente asertividad. «No podemos etiquetar a Irán como un problema únicamente israelí y absolver al resto del mundo de este problema».
Cuando se le preguntó, Gantz confirmó que estaba hablando de las naciones aliadas que apoyan la acción militar contra Irán. “El mundo necesita lidiar con Irán, la región necesita lidiar con Irán e Israel también debe hacer su parte en esta situación”, afirmó.
El miércoles, Gantz, junto con el ministro de Relaciones Exteriores, Yair Lapid, identificaron a quién creen que es el líder detrás del mortal ataque con aviones no tripulados de la semana pasada, que mató a dos marineros en un petrolero israelí en el Golfo de Omán.
«Amir Ali Hajizadeh, comandante de la Fuerza Aérea del IRGC, está detrás de docenas de ataques terroristas en la región que emplean vehículos aéreos no tripulados y misiles», declaró Gantz durante una sesión informativa en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
El ministro de Defensa también afirmó que Irán estaba a solo 10 semanas de tener suficiente material fisionable para producir una bomba nuclear, también conocida como «tiempo de fuga».
Tel Aviv busca convocar al Consejo de Seguridad de la ONU por el ataque vinculado a Irán que mató a un británico y un rumano. Gran Bretaña y Estados Unidos también han declarado que creen que Irán estuvo detrás del ataque.
Irán ha negado cualquier responsabilidad y prometió ofrecer una respuesta «enérgica» a cualquier medida que se tomara en su contra después de que el Reino Unido dijera que no permitiría que la muerte del marinero británico quede impune.