Rusia está tratando de evitar el derramamiento de sangre en el sur de Siria en medio de los intentos de Damasco de tomar el control total de la provincia de Daraa, conocida como «la cuna de la revolución siria». Hace tres años, Moscú hizo enormes esfuerzos para frustrar una operación de limpieza en esta provincia, poniendo sus esperanzas en un proceso de reconciliación, más que en una operación militar como en los suburbios de Damasco. La reputación de Rusia como un intermediario honesto en el asentamiento sirio ahora dependerá de su éxito en la protección de Daraa, escribe Kommersant.
Formalmente, las autoridades sirias recuperaron el control de la provincia del sur en el verano del 2019. Sin embargo, durante los últimos tres años, Daraa se ha enfrentado a muchos problemas, que no se han resuelto. Los militares rusos esperaban que la crisis en Daraa pudiera resolverse mediante negociaciones. El martes, las redes sociales sirias circularon informes sobre un alto el fuego en la provincia durante 24 horas mientras las partes intentan encontrar un compromiso. Sin embargo, los ciudadanos locales no creen que las conversaciones tengan éxito. Un día antes, la oposición rechazó las propuestas de Damasco, calificándolas de humillantes.
«El régimen de Assad e Irán quieren monopolizar el control de la seguridad en el sur y nos están imponiendo sus condiciones. Para los ciudadanos de Daraa, esta es una lucha por la existencia. No creemos que Rusia nos engañó cuando no pudo cumplir sus compromisos con los ciudadanos de Daraa. Esto no es un engaño, es solo una concesión al régimen e Irán», dijo al periódico uno de los comandantes de la oposición siria, el coronel Fateh Hasun.
El experto del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, Kirill Semenov, no cree que los acontecimientos de Daraa indiquen un fracaso de la política de reconciliación de Rusia.
«Las conversaciones aún continúan. Es incorrecto decir que la reputación de Rusia como mediador a los ojos de la oposición siria y la comunidad internacional depende de los desarrollos en Daraa», dijo el experto. Citó la exitosa experiencia de la 8° brigada, señalando que ahora había problemas mayoritariamente con aquellas unidades de la oposición, que no se han sumado a ella y cuyo estatus no se ha resuelto por completo. Mientras tanto, el experto señaló que si bien la brigada no es del todo leal a Damasco, sí puede hacerse cargo del orden en la provincia.