Según el ex primer ministro, sus políticas anti-Irán fueron exitosas porque mantuvo a los presidentes estadounidenses en la oscuridad sobre los planes de Israel en la región.
El líder de la oposición de Israel, Benjamin Netanyahu, criticó al gobierno en funciones por la llamada «política sin sorpresas» con Estados Unidos, lamentando que potencialmente frustraría los ataques de Israel contra su rival Irán, informaron medios israelíes el lunes.
«La información que se envía a Estados Unidos podría filtrarse a los principales medios de comunicación y de esta manera nuestras operaciones se verán frustradas», dijo Netanyahu citado por The Times of Israel. «Es por eso que durante la última década he rechazado las solicitudes de los presidentes estadounidenses de informarles siempre de nuestras acciones».
Según los informes, agregó que «este es un problema existencial para Israel, en el que puede haber sorpresas y, a veces, se necesitan sorpresas».
También dijo que el gobierno de Naftali Bennett «nos ha convertido en una especie de protectorado con el deber de informar. Si no tenemos independencia en este asunto, no tenemos independencia en absoluto».
Esto se produce cuando altos funcionarios estadounidenses e israelíes mantuvieron discusiones sobre seguridad regional, en las que mencionaron la «amenaza de Irán» a raíz del reciente ataque contra el barco de Mercer Street. El gobierno israelí acusó rápidamente a Teherán de estar detrás del ataque, y los aliados occidentales se hicieron eco de las acusaciones y prometieron una respuesta dura a Irán. Teherán ha negado cualquier participación en el incidente.
El enfoque de «sin sorpresas» en las relaciones bilaterales implica que Israel informaría a Estados Unidos con anticipación sobre cualquier operación de las FDI contra la República Islámica. Netanyahu criticó previamente esta política como una amenaza a la seguridad de Israel que arruina su libertad de acción contra el programa nuclear de Teherán.
El gobierno israelí, particularmente mientras Netanyahu era primer ministro, ha estado dando la alarma durante mucho tiempo sobre el supuesto trabajo de Irán para desarrollar una bomba nuclear. Esto llevó a la creencia de que Israel estaba detrás de los recientes ataques contra Irán, incluido el asesinato de su principal científico nuclear Mohsen Fakhrizadeh y un incidente de «sabotaje» en la planta de Natanz, todos supuestamente destinados a socavar las capacidades nucleares de Irán.