El tema de Rusia seguramente estará en la agenda de la próxima visita de un grupo de asesores de la administración del primer ministro israelí Naftali Bennett a Washington. Según los expertos israelíes, existen ciertos desacuerdos entre Rusia e Israel con respecto a Siria. Los funcionarios israelíes afirman que la parte rusa está enviando señales poco claras que expresan su descontento con los ataques aéreos de las Fuerzas de Defensa de Israel-FDI.
La semana pasada, comenzaron a circular rumores de que Moscú no tolerará más el bombardeo diario unilateral de las posiciones del Ejército Árabe Sirio por parte de Israel y proporcionará asistencia técnica a Damasco. Según el periódico Asharq Al-Awsat, la parte rusa supuestamente llegó a esta conclusión después de analizar la postura de Washington. Las conversaciones entre Rusia y Estados Unidos a través de canales especiales después de la cumbre Putin-Biden hicieron que Moscú pensara que la Casa Blanca no aprueba la escala e intensidad de la participación de Israel en Siria.
Las señales de que Moscú supuestamente está cambiando las reglas del juego aparecieron varias veces durante la semana pasada. El Centro Ruso para la Reconciliación de las Partes en Conflicto en Siria informó repetidamente que el Ejército Árabe Sirio logró frustrar los ataques de las FDI en varias partes del país, aunque antes parecía que Moscú había supuestamente accedido en silencio a tales incursiones.
Fuentes de la comunidad de inteligencia de Israel piensan que estos informes pueden ser un movimiento táctico más que estratégico. Según ellos, esto está relacionado con «la imagen de Rusia y sus intereses comerciales».
«Los rusos quieren demostrar al mundo y especialmente a sus clientes potenciales que sus sistemas funcionan bien y son capaces de interceptar misiles israelíes», dijeron las fuentes.
Un funcionario israelí de alto rango citado por Al-Monitor dijo que esta afirmación rusa no está clara en todo tipo de niveles. En primer lugar, esta es una información errónea: la tasa de intercepciones es baja y los sistemas están dirigidos por sirios, no por rusos. Además, según él, el mecanismo de solución de conflictos ruso-israelí «está en su lugar y funciona correctamente».
Extraoficialmente, los representantes de las agencias de Israel dicen que de esta manera Moscú posiblemente esté tratando de mejorar sus posiciones en la región después del cambio de administraciones en Estados Unidos e Israel, así como en Irán. Los oponentes políticos del actual gobierno israelí señalan que si los cambios en la política de Rusia en Siria son ciertos, esto significa que el estrecho contacto con la parte rusa, el activo estratégico más importante que Israel podía usar activamente cuando Netanyahu era el primer ministro, ahora está perdido.