El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, deslizó un comentario cortante a la comunidad de inteligencia sobre el líder ruso Vladimir Putin, alegando que tenía «armas nucleares, pozos de petróleo y nada más». Alegó que Moscú estaba en serios problemas, lo que lo hacía aún más peligroso. Biden también acusó a Rusia de supuestamente intentar inmiscuirse en las elecciones de mitad de período del 2022 en Estados Unidos al difundir «información errónea». A su vez, el Kremlin señaló que Estados Unidos es el oponente de Rusia, no un socio.
Nezavisimaya Gazeta señala que el comentario de Biden es importante dado que el presidente de Estados Unidos se reunió con Putin más recientemente el 16 de junio en Ginebra. Muchos expertos describieron el resultado de esta reunión como una señal de un deshielo en las relaciones bilaterales. Sin embargo, el discurso de Biden entra en conflicto con esta evaluación.
Los expertos confirman que la idea sobre la dependencia de Rusia de las materias primas es de alguna manera exagerada, aunque está a la altura de los hechos. Según el Servicio Federal de Estadísticas del Estado, la participación del sector de petróleo y gas en el PIB de Rusia en el 2020 llegó al 15,2%, aunque un año antes se situó en el 19,2%. Aunque las materias primas son las principales exportaciones de Rusia, la economía nacional no se basa únicamente en ellas. En ciertos campos, Rusia es muy fuerte.
El director de la Fundación Franklin Roosevelt para Estudios de los Estados Unidos en la Universidad Estatal de Moscú, Yuri Rogulev, señala que fue un gran error de la diplomacia estadounidense descartar a Rusia como un rival.
«Biden ha hecho comentarios similares al más alto nivel, así como el ex [46º] jefe presidencial, Barack Obama. Calificó a Rusia como una potencia regional débil y afirmó que su economía estaba hecha jirones», dijo Rogulev. El experto destacó que Biden pronunció su discurso ante la comunidad de inteligencia. «Ciertamente, el presidente los animó y dijo que son los mejores y su enemigo es débil. Mientras tanto, la inteligencia estadounidense no ha alcanzado grandes logros en los últimos años», señaló.