Estados Unidos finalizará su misión de combate en Irak a finales de año, como se anunció después de las conversaciones entre el presidente estadounidense Joe Biden y el primer ministro iraquí Mustafa Al-Kadhimi. Se espera que las tropas extranjeras involucradas en el entrenamiento del ejército iraquí y el mantenimiento del equipo militar permanezcan en el país. Esta será la segunda vez que las tropas estadounidenses abandonen Irak en el siglo XXI, señala Rossiyskaya Gazeta.
Cerca de 2.500 soldados estadounidenses están desplegados actualmente en Irak, la mayoría de ellos pilotos, soldados de las fuerzas especiales, personal técnico e instructores militares. La retirada de una cantidad tan pequeña de personal difícilmente afectará la capacidad de combate de Bagdad. Es más como un gesto político que es necesario ante todo para Washington.
El profesor asociado del Instituto de Ciencias Sociales de la Academia Presidencial de Economía Nacional y Administración Pública de Rusia, Sergey Demidenko, señala que «la pregunta es si los grupos radicales volverán a surgir después de la retirada de las tropas estadounidenses».
«Sin embargo, los estadounidenses de hecho tienen poca influencia sobre el proceso. El ascenso de los radicales depende de factores internos. La confrontación entre sunitas y chiítas es lo que debe ser analizado porque hay muchas quejas entre ellos y los desarrollos dependen en gran medida de las relaciones entre varias comunidades religiosas. La mayoría de los miembros de las fuerzas armadas regulares de Irak, controladas por el Ministerio de Defensa, son chiítas. También hay milicias que solo cooperan parcialmente con el ejército, y muchas unidades mantienen vínculos tribales», señaló el experto añadiendo: «La capacidad de combate de esta estructura es cuestionable».
Según él, «el país está muy sobrecalentado en términos étnicos, religiosos y sociales, y en cualquier momento pueden surgir nuevas unidades armadas».
«Cabe destacar que estas organizaciones siempre tienden a convertirse en movimientos radicales en la región», enfatizó Demidenko.