Estados Unidos pretende desconocer la existencia del bloqueo económico, comercial y financiero que aplica contra Cuba, causante de daños por más de un billón 378 millones de dólares y condenado por la comunidad internacional desde hace tres décadas.
Así se desprende de las más recientes declaraciones del presidente Joe Biden, sus voceros, el uruguayo Luis Almagro, secretario general de la OEA, y la chilena Michelle Bachelet, Alta Autoridad de la ONU para los Derechos Humanos, entre otros.
El pretendido ocultamiento del ilegal e inhumano cerco a Cuba evita hasta el uso del término ‘bloqueo’, aun en su variante menor ’embargo’, como si no tuviera relación alguna con las actuales dificultades socioeconómicas de Cuba.
Para numerosos diplomáticos, esa actitud es además una burla a los más de 180 gobiernos que, año a año, votaron en las Naciones Unidas por la necesidad de poner fin al bloqueo impuesto por Estados Unidos contra Cuba.
En declaraciones a Prensa Latina, el periodista chileno Rafael Urrejola, directivo del Centro de Formación Memoria y Futuro, atribuyó la causa principal de las actuales dificultades de la isla a ese cerco mundialmente condenado, pero alertó que ‘al Imperio no le importa la opinión del resto del mundo ni tampoco el derecho internacional’.
A su vez, el abogado Carlos Margotta, presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, subrayó que ese bloqueo constituye un crimen de Genocidio, de competencia de la Corte Penal Internacional, según lo establece el Estatuto de Roma, que–sin embargo-Washington nunca suscribió.
Si hubiera firmado ese tratado, los últimos presidentes norteamericanos podrían haber sido denunciados ante el tribunal, agregó a Prensa Latina.
Estados Unidos, dijo Margotta, se ha negado a rubricar y ratificar los principales tratados internacionales de derechos humanos emanados de la ONU, por temor, precisamente, a ser perseguido por sus acciones constitutivas de crímenes.
A lo que es considerado el sistema de disposiciones coercitivas más largo y abarcador de la historia, la administración republicana de Donald Trump le sumó 243 medidas unilaterales (55 solo en el 2020), que el gobierno demócrata de Joe Biden mantiene intactas, pese a sus promesas electorales.
El objetivo declarado de promover inestabilidad social y rendir al pueblo cubano por hambre, carencias y necesidades, alcanza a todos los sectores de la economía, según un informe oficial presentado en junio por Cuba ante la Asamblea General de la ONU.
Desconocer su existencia sería no solo faltar a la verdad, sino también insultar a un pueblo que no ha otro paradigma de desarrollo que aquel marcado por el más cruento bloqueo aplicado contra país alguno, subraya el documento.
El informe abarca el período abril-diciembre/2020 en pleno auge de la pandemia de la Covid-19, el período considerado como el de mayor vulnerabilidad para Cuba.
Sostiene que, a precios corrientes, los daños acumulados en casi seis décadas ascienden a 147 mil 853,3 millones de dólares, pero que -por la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional- ha provocado daños cuantificables por más de un billón 377 millones 998 mil dólares.
Solo entre abril y diciembre de 2020, agrega el documento, causó pérdidas en el orden de los tres mil 586,9 millones de dólares, lo que asciende a un total de 9 mil 157,2 millones de dólares si se considera el período de abril del 2019 a diciembre del 2020.
Jorge Luna
PRENSA LATINA