Cuatro pequeñas embarcaciones, que el viernes por la noche partieron de Miami, Florida, a la costa de Cuba, aparentemente para apoyar a los manifestantes contra las autoridades locales, regresaron a Estados Unidos. Así lo informó el sábado la agencia EFE.
Inicialmente, los organizadores de la acción tenían previsto recoger alrededor de un centenar de embarcaciones. Varios fuegos artificiales fueron disparados desde las embarcaciones que zarpaban hacia la frontera de aguas territoriales cubanas, luego de lo cual el grupo se dirigió de regreso a Estados Unidos. Anteriormente, las autoridades de la isla consideraron el hecho como una provocación.
El 11 de julio, la televisión estatal de Cuba informó que se habían producido disturbios en varias ciudades de la república, cuyos participantes saquearon varios comercios. Previo a esto, se iniciaron manifestaciones masivas en la ciudad de San Antonio de los Baños, ubicada a 24 km al sur de La Habana. El presidente Miguel Díaz-Canel llamó a los defensores de la Revolución Cubana a tomar las calles para evitar provocaciones contra las autoridades. Según cifras oficiales, muchos partidarios del gobierno resultaron heridos en enfrentamientos con los alborotadores. Las autoridades cubanas responsabilizaron de la organización de los disturbios a Estados Unidos, en este momento la situación está bajo control.