El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaposa, el primer ministro de Pakistán, Imran Khan, el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adan Ghebreyesus, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, podrían haber sido objetivos de vigilancia utilizando el programa de espionaje israelí “Pegasus”. Así lo informó el miércoles el diario británico “The Guardian”, que participó en una investigación periodística sobre las actividades del desarrollador del programa “NSO Group”.
Anteriormente, el diario francés “Le Monde” informó que en la base de datos obtenida por los autores de la investigación con los números de teléfono de personas interesadas en clientes de “NSO Group” como objetos de vigilancia, se encontraba uno de los números del presidente francés Emmanuel Macron. Según The Guardian, la lista incluía los números de teléfono de muchos otros políticos e incluso monarcas. La publicación nombra entre ellos a los líderes de Sudáfrica y Pakistán, el rey de Marruecos Mohammed VI y el primer ministro Saad al-Din al-Osmani, el presidente iraquí Barham Saleh y el primer ministro egipcio Mustafa Madbuli.
Los periodistas admiten que aún no han tenido la oportunidad de analizar los datos de los teléfonos inteligentes de las personas mencionadas para encontrar rastros del programa “Pegasus”.
Anteriormente, la ONG Forbidden Stories y 17 medios de comunicación de diferentes países publicaron una investigación, que afirma que varios países podrían estar espiando a 50 mil personas en todo el mundo utilizando un troyano comercial para teléfonos móviles. El derecho a usarlo se otorga exclusivamente a los estados y agencias gubernamentales con un permiso especial de las autoridades israelíes, que debe emitirse caso por caso.
“NSO Group” afirma que la aplicación se utiliza para combatir la delincuencia y el terrorismo, y calificó los datos de la investigación de la recopilación secreta de información sobre periodistas, políticos y defensores de derechos humanos. Más tarde, los desarrolladores de la aplicación reconocieron la posibilidad de abuso por parte de algunos de los clientes de “NSO Group”.