Las negociaciones entre el gobierno afgano y los miembros del movimiento radical talibán (ilegalizado en Rusia) comenzaron en la capital de Qatar, Doha, el 17 de julio. Según los medios de comunicación afganos, el intercambio de prisioneros, un alto el fuego y la creación de un gobierno de coalición son el tema central de las charlas, escribe Vedomosti.
Para los talibanes, las negociaciones son solo una forma de ganar tiempo y tomar un respiro para reagruparse y fortalecer el control sobre las áreas que ya se han apoderado, dijo Andrey Serenko, experto del Centro de Estudios Afganos Contemporáneos. Se beneficiarán de tres a seis meses de alto el fuego ya que han agotado su potencial ofensivo, señaló el experto. Es por eso que las conversaciones sobre la formación de un gobierno de coalición no son más que un elemento de una operación a gran escala dirigida a lograr la legitimidad política.
Por otro lado, la situación del gobierno afgano no es tan miserable como la describen los talibanes, señaló Serenko. Las autoridades oficiales del país mantienen el control sobre las ciudades, mientras que los talibanes establecieron presencia en las zonas rurales. El experto cree que el ejército afgano tiene la oportunidad de mantenerse firme si Estados Unidos y otros países de la OTAN continúan apoyándolo con suministros.
Además, no se puede esperar que Rusia, así como Estados Unidos, legitimen a los talibanes, enfatizó Serenko. Según él, el éxito de los talibanes es el de un movimiento yihadista, por lo que nadie está interesado en él excepto Pakistán, el principal aliado de los talibanes.
Moscú desconfía de los talibanes, dijo el presidente del Comité de Asuntos de la CEI de la Duma Estatal, Leonid Kalashnikov. Además, es poco probable que se cumplan las promesas de los talibanes de garantizar la estabilidad en la región, agregó. Hay otros grupos activos en la región y será difícil para los talibanes controlar esas fuerzas rebeldes, explicó Kalashnikov.