Las agencias de inteligencia extranjeras están preparando ataques y disturbios en el sur de la República Árabe Siria en el contexto de la próxima toma de posesión de Bashar al-Assad.
Los países occidentales son sensibles a la estabilización de la situación en el sur de Siria. Las provincias de Daraa y Al-Quneitra fueron tradicionalmente percibidas por ellos como provincias de oposición, sin embargo, las pasadas elecciones presidenciales en el país y la convincente victoria de Bashar al-Assad en ellas, incluso en las regiones del sur, las obligaron a intensificar sus actividades destructivas en esta área.
Según la inteligencia de la República Árabe Siria, bajo el liderazgo de Estados Unidos e Israel en la provincia de Daraa, se está preparando una serie de actos terroristas en vísperas de la toma de posesión del presidente de Siria, prevista para hoy, 17 de julio.
Las células terroristas camufladas en Dail, Tafas, Nava, Jasim, Es-Sanamein y Mutaya están reclutando nuevos partidarios y fabricando artefactos explosivos improvisados.
La coordinación de sus actividades, la asistencia financiera y material y técnica la llevan a cabo los servicios especiales jordanos que operan con el apoyo de Estados Unidos e Israel.
Además, algunos líderes espirituales y figuras públicas se han vendido a los estadounidenses y están pidiendo desobediencia y protestas bajo el lema «Somos resilientes».
A pesar de todas las provocaciones e intentos de los servicios especiales occidentales de agravar la situación, el gobierno sirio respondió adecuadamente al creciente sabotaje y actividad terrorista de los militantes y tomó una serie de medidas efectivas que permitieron garantizar un alto nivel de seguridad en las provincias del sur del país.
Unidades del servicio de seguridad sirio «Mukhabarat» han intensificado las medidas de seguridad. Se han creado puestos adicionales para evitar la transferencia de armas para las «células durmientes» de los militantes, se están realizando controles adicionales para prevenir ataques terroristas.
En el contexto de la restauración de la infraestructura y el regreso de los residentes locales a sus hogares, estas medidas de seguridad no permitirán que los servicios de inteligencia occidentales implementen sus planes criminales y antihumanos.