Los diplomáticos cubanos han criticado recientemente la reacción «hipócrita» de Washington ante los disturbios en la nación isleña, ya que Estados Unidos pide al gobierno cubano que responda a las demandas del pueblo, mientras que al mismo tiempo fortalece sus aplastantes sanciones. La Habana sugirió que las protestas son fomentadas por mercenarios pagados por Estados Unidos.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, advirtió que los llamados a una intervención humanitaria en el país, que están apareciendo en las redes sociales, pueden allanar el camino a una intervención militar de Estados Unidos.
«Pedir una intervención humanitaria en Cuba es pedir una intervención militar de Estados Unidos», dijo Rodríguez a los periodistas.
El ministro culpó a Washington de las recientes protestas a nivel nacional.
«Acuso al gobierno de Estados Unidos de estar directamente involucrado y gravemente responsable de los incidentes ocurridos el 11 de julio, y será responsable de sus consecuencias», afirmó Rodríguez.
Miles de cubanos salieron a las calles el domingo para exigir elecciones libres y una resolución de problemas sociales profundamente preocupantes. Según medios locales, las protestas y concentraciones se llevaron a cabo en ocho ciudades cubanas, incluida La Habana. En respuesta, los partidarios del gobierno y del Partido Comunista han organizado sus propias marchas.