Las fuerzas de seguridad de Afganistán han anunciado la eliminación de dos altos funcionarios de seguridad de los talibanes y también han recuperado de los militantes una zona de la provincia de Badakhshan que limita con Tayikistán. Los primeros éxitos militares de las fuerzas de seguridad afganas durante la actual ofensiva de los talibanes están llevando la confrontación a una nueva fase, escribe Kommersant.
La situación en el campo de batalla muestra que los talibanes no triunfarán en el corto plazo. Las partes en el conflicto libran una lucha prolongada por las instalaciones y las comunicaciones estratégicas, así como por el apoyo externo, que tanto Kabul como los talibanes están buscando.
“Hace apenas una semana, muchos expertos predijeron una rápida victoria de los talibanes y la caída del actual gobierno afgano. Hoy, la situación está cambiando y no parece tan clara. La guerra en Afganistán está lejos de terminar y no se prevé un éxito inmediato para nadie», explicó a Kommersant el director del centro analítico de la Sociedad Rusa de Científicos Políticos, Andrey Serenko.
El experto también destacó el hecho de que los militantes aún no pueden capturar al menos uno de los 36 centros provinciales, y mucho menos Kabul.
«Los talibanes controlan una gran parte del territorio, pero todas las grandes ciudades, hogar de la mayoría de la población del país, están bajo el control del gobierno», dijo.
Las fuerzas de seguridad afganas y el gobierno se están preparando para una larga lucha, y los actores externos que están dispuestos a apoyar a las autoridades en Kabul incluyen no solo a los países occidentales, sino también a la India, así como a las repúblicas de Asia Central, señaló el experto.
«Todo esto sugiere una próxima ‘guerra larga’ en Afganistán, que no terminaría con la retirada de las tropas estadounidenses y de la OTAN, sino que por el contrario solo ganaría impulso», agregó Serenko.