El índice de precios al consumidor de Estados Unidos subió más de lo esperado en junio, aumentando un 5,4% en comparación con el mismo período del año pasado. Esto marca su mayor ganancia mensual desde 2008 y el mayor aumento de la inflación que ha visto el país en 30 años.
La inflación subió un 4,5% en junio, superando la estimación del 3,8%, informó el martes el Departamento de Trabajo de Estados Unidos. Con la excepción de los alimentos y la energía, este es el cambio más grande que ha experimentado el indicador desde septiembre de 1991.
La mayor inflación se reflejó en el aumento del índice de precios al consumidor, o IPC, que experimentó su mayor aumento desde la crisis financiera mundial de 2008.
Influenciado por problemas con las cadenas de suministro y un fuerte aumento en la demanda de los consumidores en medio del retroceso de la pandemia, el IPC se disparó en sectores de la economía estadounidense que estuvieron más influenciados por el cierre que otros. Estos incluyen el mercado de automóviles usados, que acumuló alrededor de un tercio del aumento total del IPC, así como tarifas aéreas y costos de transporte.
Los precios de los alimentos y la energía también se sumaron al índice, aumentando un 0,8% y un 1,5%, respectivamente. El índice de la gasolina subió un 2,5% en junio.
Según una encuesta de la Fed de Nueva York publicada el lunes, los consumidores pueden esperar un aumento adicional de los precios, hasta un 4,8% en los próximos 12 meses. Sin embargo, otro informe, de Bank of America el martes, afirma que la inflación es un problema temporal, citando a inversores profesionales.
T, ras su publicación, el informe del Departamento de Trabajo provocó una caída en los futuros del mercado de valores de Estados Unidos el martes, mientras que los rendimientos de los bonos del gobierno mostraron una reacción mixta.