Los cubanos de ciudades del interior y de La Habana marcharon en protesta por la falta y el costo de la comida, la ausencia de insumos sanitarios en medio de la pandemia del COVID, los cortes de electricidad y otras reivindicaciones similares. En sus marchas por primera vez asomaron consignas como “Libertad” y “Patria o vida” en contra del gobierno.
Más allá de la persistencia del embargo estadounidense como factor que afecta a la economía cubana, la pandemia ha originado una gran desaceleración económica, especialmente porque cayó el turismo que generaba los principales ingresos a la isla. Pero a esto se agrega la demora en las reformas que puedan incentivar la economía, la reciente unificación de la moneda, y el control sobre los dólares disponibles por parte del gobierno.
El país sigue importando la mayor parte de la comida que consume, el gobierno no logra ingresar los dólares necesarios para pagarla y las importaciones de comida se reducen. Algo similar sucede con los insumos sanitarios y el combustible, especialmente desde que venezuela entró en crisis y redujo su asistencia petrolera a la isla. La población está con hambre y necesidad de insumos de todo tipo que solo pueden pagar los que tienen acceso a dólares. La pandemia impacta fuertemente aunque Cuba haya comenzado a producir sus propias vacunas. Pero para esta producción también se necesita insumos pagaderos en dólares desde afuera.
Por otra parte, los jóvenes — que ahora tienen acceso a internet — son cada vez más críticos del gobierno y de la demora de las reformas esperadas y la expectativa de que Biden promoviera una nueva “normalización” de las relaciones con Cuba como lo hizo Obama se desvanecen. Más bien la política de Biden ha sido mantener algunas de las restricciones económicas a la isla y mantenerla en la lista de gobiernos que patrocinan el terrorismo.
Este conjunto de factores ha contribuido a la eclosión social. La respuesta del gobierno ha sido un llamado a “combatir” las protestas y a convocar a los miembros del partido a hacerlo.
Andrés Serbin
Director Ejecutivo del Centro de Coordinación Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), Copresidente de la División de Asia y América de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA).
Radicado en Argentina.