Los ministros de finanzas y los banqueros centrales del G20 han llegado a un consenso sobre la reforma fiscal internacional. Después de una reunión en Venecia, prevén introducir un impuesto mínimo sobre las ganancias de las grandes corporaciones a un nivel de al menos el 15% en todo el mundo. La solución está dirigida principalmente a gigantes de tecnología de información globales como Facebook, Google, Apple y Amazon. Los expertos dijeron a Nezavisimaya Gazeta que hasta ahora solo se trata de cómo hacer que las grandes corporaciones globales dejen parte del dinero donde crean valor. Sin embargo, esta decisión podría incluso afectar al presupuesto ruso.
Los esfuerzos internacionales para igualar los impuestos comenzaron después del colapso financiero global de 2008-2009, dijo al periódico el director del Instituto de Estudios Empresariales y de Mercado de la Escuela Superior de Economía, Andrei Yakovlev.
«Fue entonces cuando los gobiernos de los países líderes se dieron cuenta de los problemas y riesgos que plantean las empresas offshore», señaló.
Es importante que esta decisión haya sido apoyada por China e India, ya que junto con Estados Unidos y la Unión Europea pueden influir en las acciones de sus socios comerciales alrededor del mundo, agregó Yakovlev.
«Rusia no expresa públicamente su actitud ante esta decisión a un alto nivel, tal vez porque esta decisión puede afectar el negocio nacional. Pero a largo plazo, puede beneficiar a nuestra economía», sugirió el economista.
Según el experto, la participación de las empresas extraterritoriales en la propiedad y gestión de las mayores empresas rusas es muy alta.
«La introducción de tasas impositivas mínimas en todo el mundo significa que los empresarios rusos tendrán menos incentivos para mover fondos al exterior. Es decir, el presupuesto ruso ganará en el futuro», cree el comentarista.
«Los cambios reales no vendrán pronto, porque los países deben adoptar leyes apropiadas para que el sistema comience a operar», dijo al periódico Andrey Vernikov de Univer Capital, y agregó que «tendremos que hacer ajustes al sistema tributario ruso. Pero esta reforma es beneficiosa para Rusia y otros países grandes”.