Por segundo día consecutivo, aviones de combate de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas llevaron a cabo una serie de ataques aéreos contra las posiciones de los militantes en la región noroccidental siria en parte de la ocupada provincia de Idlib.
Los ataques aéreos, que tuvieron lugar el 10 de julio por la mañana, alcanzaron varios objetivos en las afueras de la ciudad de Josef, en el sur de Idlib.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos con sede en Londres, el grupo terrorista Hay’at Tahrir al-Sham (HTS), en parte de la ocupada provincia de Idlib, afiliado a Al Qaeda, mantiene una fuerte presencia en el poblado y sus alrededores.
Los ataques aéreos rusos coincidieron con una serie de ataques de artillería siria, que tuvieron como objetivo las posiciones de los militantes en el sur de Idlib, el noroeste de Hama y el norte de Lataquia.
Un día antes, aviones de combate rusos atacaron varios objetivos en las afueras de Josef y cerca del poblado de Kabani en el norte de Lataquia. Los ataques aéreos provocaron pérdidas materiales, según fuentes locales.
Los recientes ataques de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas y el Ejército Árabe Sirio aparentemente tenían la intención de disuadir a HTS y sus aliados, que violan el alto el fuego en parte de la ocupada provincia de Idlib a diario.
A pesar de sufrir grandes pérdidas humanas y materiales como resultado de los ataques rusos y sirios, HTS y sus aliados no están retrocediendo. El alto el fuego en parte de la ocupada provincia de Idlib apenas se mantiene. La situación en la región puede obligar a al Ejército Árabe Sirio y sus aliados a reanudar las operaciones terrestres en un futuro próximo.