El Ministerio de Defensa en Moscú confirmó el jueves que dos de sus aviones bombarderos habían realizado una serie de simulacros por etapas en la región ártica del país, practicando disparos de cohetes y descargas de sus cañones.
Los dos aviones de combate de largo alcance, un jet hipersónico Tupolev Tu-160 y un bombardero de misiles Tu-95ms, despegaron de un aeródromo cerca de la ciudad central rusa de Saratov, volando 4.000 kilómetros al norte para los ejercicios.
El simulacro de bombardeo vio a los aviones atacar objetivos simulados en el suelo con misiles de crucero lanzados desde el aire. En un video publicado por los jefes militares, se ve a un artillero de torreta disparando proyectiles de un cañón pesado.
La medida se produce solo un mes después de que los diplomáticos de Moscú criticaran los planes de que los aviones de combate de Estados Unidos y la OTAN realizaran entrenamiento de combate conjunto en la región ártica. Los simulacros, dijeron, fueron «provocativos» y advirtieron que tendrían un impacto profundo en el «fomento de la confianza en Europa».
Los enviados también han argumentado que las acciones contradecían los compromisos internacionales de «garantizar el desarrollo sostenible y pacífico de la región ártica».
En mayo, Rusia abrió una base militar ártica de última generación, diseñada para extender el alcance potencial de Moscú a través de la región y actuar como una pista de aterrizaje potencial para bombarderos pesados con capacidad nuclear. Ubicado en el archipiélago de Franz Josef Land, su construcción se enmarca dentro de los planes para fortalecer la frontera norte del país.